Sekulako poza eman dit lagun batek: nire blogeko sarrerak gustura irakurtzen dituela dio; areago, Alardeaz zuen pertzepzioa aldatzen laguntzen diotela. Ez da irundarra, baina badu familia Irunen, eta beraz Alardearekiko harreman sentimentala du. Hau guztia hasi zenean, beste hainbatek bezala, “kanpotarra” izaki, maite dituen bertakoen bertsioaz eratu zuen iritzia. Urteek aurrera joan ahala, ordea, aldatzen hasi da. Badakit, jakin, nire sarrerek lagundu bai, baina lur elkorrean ez direla haziak ernatzen. Izan ere, aitortu ere aitortu du inguruan ez duela oraindik aldaketarako girorik ikusten. Eta horrek ere ez nau harritu: lur elkorra ongarritu behar da hazia erein baino lehen.
“Kanpotar” kontzeptua jorratzeko nihaurek idatzi artikulu baten bila nenbilela, besterik aurkitu dut, gerorako utzi nahi nuena baina egia esan harira datorkidana: Luisa Etxenikeri Emakunde saria eman ziotenean bidali niona. 16 urte pasa dira, eta tamalez berdintsu gabiltza. Ez baitut oraindik ikusten gure Luisa ongarritzeko asmotan, orokorkeriazko “ongarritu behar da” esatetik harago. Bi urtez lugorritan egon eta gero, abagune aproposa genuke; baina nago ni ezezkoan jarraituko duela, beste behin ere isilkeriaz erantzunen didala. Tira, gure amoña zenak esaten zuen bezala, “saiatuaren faltan behinik behin ez zen izanen”, eta beste aukera bat emanen diot, publikoki oraingoan.
Hona hemen idatzi niona, errakuntzak zuzenduta (faborez Jabierrinaziyo, muniicpal???!!) eta, jakina, helbideak ezabatuta:
Irun, 1 de diciembre de 2005.
Estimada Luisa:
Acabo de oír que te han dado el premio Emakunde por tus artículos en El País. No te escribo para felicitarte, puesto que, tú lo has dicho, no es motivo de alegría que se tenga que constatar la evidencia de que la igualdad no es real.
Me llamo Xabier Kerexeta. Soy el secretario de la Asociación ALARDE PUBLIKOAREN ALDE, Alardezaleak, aunque no te escribo en calidad de tal. No puedo dejar de mostrarte, cuando menos, mi perplejidad. Recuerdo (te hablo de memoria) que hace unos años firmaste una carta colectiva que leí en el periódico, en la que criticabais a todos los partidos políticos por su actuación ante el tema de los alardes, y les pedíais una solución definitiva y, por supuesto, que garantizara la participación igualitaria de la mujer. Sin entrar a valorar la respuesta de Ezker Batua -que no admitía que se le reprochara ni siquiera inhibición en un tema que tan caro ha pagado electoralmente-, sí me pareció que una generalización tal, en la práctica, acababa exculpando a los políticos. Y no es legítimo repartir responsabilidades por igual, ya que unos las tienen más que los otros.
Algo así hizo Balza en una comparecencia ante el Parlamento Vasco, echando en cara que los políticos le pidieran cuentas cuando les correspondía a ellos solucionar los problemas. Como si él no fuera también un político, y con importantes responsabilidades en el Gobierno. Pero, en cierto modo, tenía razón. Este mismo año, los políticos han hecho algo, han hecho una ley de igualdad. ¿Para qué? Buena pregunta.
En las últimas elecciones, leí tu nombre en una lista de personas que formaban la plataforma Aldaketa, de apoyo a la candidatura de Patxi López. Por lo que oí a otros representantes de Aldaketa y por lo que he deducido de tus intervenciones en Boulevard de Radio Euskadi, entiendo que una de las principales causas por las que apoyasteis esa candidatura es porque creéis firmemente que la propuesta de Ibarretxe es excluyente, con esas menciones a doble ciudadanía, ese empeño en presentar a Euskadi como una especie de unidad de destino en lo Universal fuera del tiempo, esa primacía de la voluntad del pueblo sobre la de las personas…
En fin, que sería muy legítimo si no fuera porque en Euskadi, quien ha llevado a la práctica ese distingo entre vascos-vascos y negros-negros, por seguir las gráficas palabras de Arzallus, ha sido el Partido Socialista de Euskadi, sobre todo en Irun (porque es donde tiene responsabilidad de gobernar, no porque en Hondarribia no haya apoyado lo mismo que el PNV). No te voy a aburrir contándote la evidencia. Tal vez no conozcas los detalles, pero estoy convencido de que sabes de qué te hablo.
Creo que debería hacerte reflexionar que, mientras el PNV (principal culpable de que lo que no debía haber pasado el primer año de polémica local y localizada se haya convertido en conflicto de muy difícil resolución) ha ido moderando sus posturas, al menos fuera del Bidasoa, el PSE-EE ha evolucionado justo al revés: hace unos años, el GBB emitía un comunicado de prensa en el que afirmaba cosas del estilo de “nadie vendrá de fuera a decirnos cómo hemos de celebrar nuestras fiestas”, en apoyo del PNV de Hondarribia; el año pasado, en la JJGG de Gipuzkoa, PNV-EA (con harto dolor de corazón de más de un juntero, me consta) votó unánimemente a favor de que el Ayuntamiento de Irun garantizara un acto municipal, obviamente no discriminatorio. El juntero Santano, alcalde de Irun, intervino en términos de “no manoseen el tema del alarde, del que no saben nada fuera del Bidasoa” y reivindicó “el ámbito de decisión del Bidasoa” sólo para garantizar la permanencia, y lo que es peor, la primacía de la exclusión. Y ni siquiera se le pedía que no autorizara tal acto, sólo que ofreciera una alternativa municipal a las mujeres… pero eso suponía legitimar una opción que, a su juicio, sólo es tolerable si se relega del tiempo y espacio “sagrados”.
Lo peor de todo es que arrastró con su voto negativo a todos los junteros socialistas y populares, esos mismos a los que él no reconoce el derecho ni a opinar del tema, esos mismos que se autodenominan constitucionalistas, contrarios a todo esencialismo, y denunciantes activos de las apelaciones al pueblo cuando habría que hablar de personas y ciudadanía. Con constitucionalistas así, no necesitamos nacionalismos excluyentes en Euskadi. Y es que el artículo 9.2 de la Constitución, el que habla de la obligación de los poderes públicos de remover los obstáculos a la igualdad, no vale nada ante los 2.000 votos que, según Santano, gana gracias al Alarde. Yo no creo que sea por eso, pero lo importante no es lo que crea yo, sino lo que crean el Partido Socialista y quienes piden el voto para él.
Al fin y al cabo, “las tradiciones forales están por encima de supuestos derechos de la mujer”. Lo afirma en nombre de la voluntad de nuestros antepasados, quién y un manchurriano (en Irun no se dice maketo), cuyos antepasados en época foral ni siquiera tenían derecho a residir en Gipuzkoa. ¿Habrían votado lo mismo si en una localidad de gobierno nacionalista el alcalde desmantelara un acto municipal y cediera su protagonismo y el uso de espacio público a una asociación privada para festejar el mismo, pero de acceso vedado a los cacereños? Tú sabes mejor que yo la respuesta. ¿No se quejaba Aldaketa de algo parecido respecto a documentación pública que custodia una entidad privada? Y no será por falta de expresiones xenófobas contra quienes defendemos la igualdad. ¿Acaso crees que los cacereños salen de hachero o a caballo o sus hijas de cantinera en el desfile betiko? ¿Acaso crees que el gobierno municipal socialista-popular no sabe que ocurre eso? Pero como no trascienden del Bidasoa, y les permite gobernar en la práctica sin oposición, se aplauden. Tanto meterse con Arzallus, y ahora resulta que socialistas y nacionalistas comparten un mismo ideario, y la vasquidad o la negritud, en vez de racial, ha pasado a ser ideológica: alarde de vascos-vascos, alarde de negros-negros.
Por no hablar de la prostitución de su calidad de amenazados que han hecho los dos alcaldes socialistas de Irun (el ex ahora está en el recién elegido equipo de López), al vincular defensa de la igualdad con apoyo al terrorismo para trastocar la exclusión en firmeza democrática. Tú misma, cuando escribiste aquella carta, o fuiste una manipuladora que sólo buscaba subvertir el orden democrático y legitimar la violencia con “el pretexto de la igualdad”, o fuiste una estúpida que cayó en la trampa victimista de los proetarras. Si queréis hacer cambios, podéis empezar por el mismo partido que apoyáis. Porque no querrás hacerme creer que el PSE-EE no sabe lo que ocurre, o que no puede hacer nada. Aún recuerdo que cuando Ramon Etxezarreta se presentó por primera vez a las elecciones municipales donostiarras por el Partido Socialista, lo hizo “para demostrar que en Euskadi se puede ser ciudadano de primera sin permiso de Arzallus”. Tal vez Santano tenga razón, y el Bidasoa no sea Euskadi. El PSE-EE actúa como si no lo fuera, puesto que utiliza diferente rasero a un lado y otro del Bidasoa.
Porque para mí lo que no hay es dos partidos socialistas. Cuando Santano actúa como actúa, todo el partido socialista, en la medida en que permanece callado, en la medida en que no condena su actitud, lo está legitimando. De nada vale aprobar leyes y hacer declaraciones genéricas, si cuando hay que llevarlas a la práctica se hace justo lo contrario de lo que se ha manifestado. De nada vale defender los derechos de las mujeres, si quedan a merced de los cálculos electorales. De nada sirve que Patxi López se pretenda valedor de una Euskadi sin ciudadanos de primera y de segunda, si existen excepciones a la igualdad en el tiempo y/o en el espacio. De nada vale que un grupo predique el cambio si nos pide el voto para los defensores de la Tradición.
De nada sirve denunciar el síntoma, cuando se arropa el mal. Éste no es un problema local, ni Santano es el malo de la película. Es un problema general, y la solución no llegará mientras quienes de verdad toman las decisiones sigan sin hacerlo… o sigan tomando las decisiones que perpetúan el mal, yo no me creo que involuntariamente. ¿Cuánto tiempo crees que seguiría Santano manteniendo su postura si el Partido Socialista le exigiera que apoyara la igualdad? Yo, particularmente, estoy aburrido de todos los y las socialistas que me han manifestado de tapadillo que nos apoyan y que les parece fatal lo que hace Santano. Hay muchos armarios de los que salir. Si esos/as socialistas se atrevieran a manifestar públicamente esa reprobación privada, el partido se vería obligado a actuar… y claro, eso es lo que no quieren, o no les dejan, para mí no hay diferencia porque sólo evidencia que no lo quieren lo suficiente.
Claro, acudir a la raíz del problema, denunciar constantemente la actitud de un partido que por otro lado apoyas, tiene un coste social y político mucho más caro que denunciar la anécdota una vez al año. ¿Estás dispuesta a asumir las consecuencias de poner en evidencia que el problema no está en Irun y en Hondarribia? ¿Vas a trabajar dentro del Partido Socialista para que cambie su postura y defienda de una vez y sin ambigüedades la igualdad? ¿Vas a pedir a Aldaketa que haga declaraciones contra Alarde Fundazioa como las que hizo contra la Fundación Sabino Arana?
¿O vas a seguir siendo la voz crítica que legitima la desigualdad precisamente porque no utilizas tu herramienta, el pensamiento y la palabra, para denunciar al Partido Socialista cuando sí lo haces para denunciar a otros partidos? Una premio Emakunde que proclama la igualdad en los alardes y que pide el voto para el Partido Socialista = el Partido Socialista no favorece la desigualdad en los alardes. Defender la igualdad que es gratis no es defender la igualdad. Ya querría yo que no tuvieras que pagar ningún precio; pero me temo que eso no va a poder ser. Consuélate pensando que las represalias que hemos sufrido otros y otras son mucho mayores… aunque eso depende de la importancia que concedas tú a quedar excluida de tu círculo socio-político-cultural.
Eso sí: mientras sigas defendiendo la desigualdad real (porque, con tu oficio, el silencio legitima la discriminación), quiero que sepas que, en cada declaración, en cada manifestación, en cada denuncia de los esencialismos, los tradicionalismos o los machismos ajenos que hagas tú directamente, o Aldaketa o el PSE-EE sin que les exijas coherencia, yo me acordaré de ti, y volveré a pensar que si esto no se soluciona no es porque haya betikos, sino porque quienes se dicen no betiko les permiten actuar como actúan, haciéndole creer que su postura, si no deseable, cuando menos es legítima y democrática.
Seguro que te importa mucho menos que yo me esté acordando de ti en cada una de estas muchas ocasiones (ya se nos ha ido medio año, ya comenzamos a preparar el alarde del que viene… y ellos también, con el impagable apoyo del Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra) que el castigo que puedas recibir de quienes de verdad mandan en esto. Te advierto de la poca efectividad de que yo cuestione tu credibilidad y tu coherencia: no irá más allá de los segundos que le dedique. Eres una persona libre, tú eliges. O somos o no somos. Tú decides qué eres.
Mientras tanto, disfruta de tu premio, si un premio así puede disfrutarse.
Atentamente
Xabier Kerexeta